SMS

En la euforia de las fiestas, los pensamientos son suprimidos por detestables Hits de los 90, que taladran en nuestros concientes y subconcientes, tirando por la borda todos los pensamientos del yo para alojar un detestable riff con ritmo latino que describe y repite, hasta el hartazgo, la manera en que una mujer mueve su trasero... mientras que por otro lado se recurre a lo nuevo, y suena Poker Face de la gaga para que de alguna manera se instale en los subconcientes de los participantes, y cuando suene en alguna radio del próximo siglo, uno recuerde casi con melancolía haber bailado ESE tema casi como un coreografo profesional...mientras que una enfermera te sirve papilla en algún geriátrico de mala muerte.

pero lo que compete a este texto no es la música, ni la incomodidad del vestirse "BIEN" para estos eventos. Tampoco del pésame (o no del novio por finiquitar toda su vida de soltero respondiendo al " Quiere desposar a [inserte aqui nombre de cónyuge]" con un monósilabo de dos letras...casi tan cruel como un jòven Lecter...

No.

No quiero llegar a eso, por lo menos no por ahora. No en este texto.

Este texto solo tiene razón porque algo me movió a escribir esto, cuando a las 2.45 AM del sabado mientras todos seguían demostrando lo poco que les importa verse ridículo al compas de un tema de Alcides, un SMS llegó, sin conocer el número, ni el destinatario leí con confusión. Y con impía osquedad respondí con un " No se quien sos, te equivocaste de número."

Había sido otro número equivocado mas, en la basta historia de las comunicaciones. Pero no.

No.

Luego del 3er vaso de cerveza recordé que unas horas antes había prestado mi celular a una de las comenzales de la mesa que ya que no tenía crédito y necesitaba enviar un SMS.
Fué ahí cuando mi cerebro dijo "Todo esta mas claro ahora" mientras miraba a la chica, que sin descaro besaba a su nuevo novio...cuando yo sabía, casi con certeza de brujería, que el SMS que llegó era de su ex. Simplemente los sabía.


"No se q es lo q keres, yo te sigo amando pero vos hace lo q kieras...q te vaya bien." Alegaba el muchacho con lo último de sus fuerzas


La infiel que goza molestando a su ex y excitando al nuevo, jamás sabrá la existencia de este mensaje. Si se lo mostrara, estaría dañando la suceptibilidad de su intimidad. Además de dejar al descubierto su claro obrar de harpía.

Entonces decidí omitirlo. Jamás existió. Solo lo saben Dios, mi teléfono y yo.

Ese pobre muchacho, sentado en su cama...sollozando, buscando "porques" en viejas cartas amorosas, en antiguos mails, casi con obrar inepto, envía el sms al teléfono desconocido sin saber, que nunca llegará a destino.
Talvez su subconciente le hizo un favor, engañandolo por un momento para pulse RESPONDER en vez, de iniciar un mensaje nuevo y poner en el remitente a su antigua compañera. Quizas solo fue estupidez. No lo sé.

Asi es como el destino obra cruelmente sobre los débiles y fuertes, forjando un camino que se va terminando con cada paso que damos.
Y asi es como este trovador despide este cuento, que, no debe considerarse como real o ficticio...solo debe leerse, y asi como ese lamentable SMS...pensar un momento y borrarlo.

Gracias por desviar su camino hacia aqui caminante, le deseo suerte.