Porque así es como mueren los valientes

... pensando en su último aliento, que lo que hacen quizás no tenga valor para ninguno pero que vale la pena morir por ello de todos modos.

Porque la sociedad vomita indiferencia y tose desprecio, disfruta cada pitada de ese cigarro desagradable sabiendo que es cuestión de tiempo para ahogarse en sus propios (des)hechos.

Porque las actitudes buenas y honrosas son parias, mientras que la avaricia y el egoísmo disfrutan de su principado, proclamados así por el común denominador

Porque la palabras grandes están huecas y pesan lo que plumas.

Porque Todo vale mientras te beneficie.

Porque no existe lo malo si nadie te ve.

Porque solo existe lo bueno si alguien te felicita por hacerlo.

Porque ya nadie ama, solo vocifera que lo hace.

Porque ya nadie siente simplemente actúa.

Porque la amistad vale si el otro me sirve para algo.

Porque los amigos se acumulan como si fueran coleccionables vistosos en una vitrina.

Porque ya nadie toma en cuenta a Dios, sino que crearon un gran baal con forma humana al cual adoran.

Pero entre la porquería se vislumbra algo, que refleja la luz, como un espejo pulcro que no pertenece ahí. Pero sin embargo ahí esta, intentando dar un poco de claridad entre tanta obscuridad. Y nos damos cuenta que son personas, que siguen peleando por cambiar al basural en un paraíso. Y aquel que las encuentra, considérese afortunado

Porque para esas personas

Las palabras Grandes valen su peso en Oro.

Para ellos lo que vale es lo que mas duele para obtenerlo.

Para ellos lo malo es el camino fácil para alcanzar algo que no es mio.

Para ellos lo bueno es lo Corresponde, aunque a veces no nos beneficie, es aquello que uno hace con orgullo, aún si nadie se entera.

Para ellos el amor se vive, se siente, se transpira y se contagia.

Para ellos el diamante se vuelve la analogía perfecta de la amistad. Valioso, precioso e indestructible.

Para ellos Dios sigue ahí, prestándonos un oído, una mano, un abrazo.